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Mostrando entradas de febrero, 2005

Minimundos

Esta nueva sección es un viaje alrededor del mundo sin moverte de tu asiento. Cierra fuerte los ojos e imagina que estás inmerso en una de estas situaciones. Algunas veces es algo alegre; otras la tristeza nos embriaga. Como la vida misma MINIMUNDO ENTRE JALISCO No sé sabe como, acabé deambulando a altas horas de la madrugada por la peligrosa capital mejicana. Méjico DF era un laberinto lleno de callejones sin salida para mí aquella noche. Recorría las calles en zig-zag, me parecía ir encima de una serpiente que repta sin rumbo. La oscuridad era la única vía de escape en aquel 15 de octubre de 1987. Aturdido por el devenir de los acontecimientos busqué con ansiedad un lugar donde refugiarme y embriagarme para olvidar lo que no cesaba de recordar. Entonces, una música de fondo me indicó que ese era el sitio que yo necesitaba. Me acosté en la barra del sucio bar mientras una panda de mariachis cantaba a la luna (no llena, siempre vacía) una ranchera. Intensa presión la que sentía por lo

Últimas noticias del paraíso

En este apartado tendrán cabida las noticias llegadas del paraíso. Será un apartado de noticias curiosas, diferentes o de cosas que se le ocurran a Julián Carax. 16/02/05 20:20 Adán y Eva han sido readmitidos en el Edén al comprobarse que el pecado hubiese sido no comerse aquella manzana. Ambos se pasean desnudos por los jardines bailando y bebiendo con las musas y las ninfas mientras el acordeón suena de fondo. La serpiente busca, cargada de manzanas, nuevas víctimas para poblar el jardín en esta próxima primavera y que el placer reine en el Paraíso. 17/02/05 2:42 Peter Pan tiene insomnio y no puede dormir. El garfío del capitán no cesa de amenazarle en sus pesadillas. Ni tan siquiera la luz de Campanilla permite a Peter Pan evitar pensar en el Nunca Jamás. A veces pienso, que igual que se escapó la infancia, se escapa el adolescente irreverente que llevo dentro. Es tiempo entonces de cerrar fuerte los ojos y no pensar en nada más, declaró Peter Pan en la consulta del psiquiatra. Juli

La naranja

Algunas veces, la cosa más insignificante puede tener mucho sentido para alguien. El otro día me comí una naranja y pensé en tantas cosas... Aquí estamos tú y yo frente a frente. Tú coloreaste mi infancia. Me encantaba el color naranja, y las naranjas. El zumo que mi abuelo hacía con ellas para que comiésemos fruta. Recuerdo que se levantaba antes de la mesa, no terminaba de comer siquiera para tener listo el líquido orange para todos sus seres queridos. Después, siempre decía: “Bébetelo pronto, que se le van las vitaminas”. ¡Ay, naranja! Me vienen a la mente muchas cosas nimias y tontas: mi color preferido (en mis dibujos infantiles predominaba lo naranja), mi camiseta naranja (sí, esa camiseta que te quieres poner siempre aunque esté sucia o sudada), Naranjito (son los años 80). Pero ahora mismo te miro y te veo con ojos distintos. Dada mi situación me viene a la cabeza el diario de mi media naranja. La ausencia de amor me hace pensar en ti, en tus pequeños pechos redondos que tantas

Un gesto de amor

De vez en cuando, se encuentran restos en las orillas de estos mares. Encontré este mensaje dentro de una botella: En mi ropa, en la manta, en el sofá hay pelos tuyos, que se enredan sigilosos, atándome los pies, desatando los recuerdos. Los rastreo y recojo, y los he ido anudando uno por uno, para hacerte un collar que me sirva, de paso, como soga. Lo ataré de noche en la bombilla del salón, subiré a una silla, y después de meter la cabeza y proferir las palabras de sobra conocidas, daré una leve patada, y veré entonces si son débiles los lazos de nuestro amor.

A modo de presentación, buscando el atún más grande

Inicio mi navegación surcando los mares virtuales. Buscaré desde aquí, como Ulises Adsuara, el mejor atún para Martina. Daré la vuelta al mundo hasta volver a ella.