Tu respiración susurra mi pecho, es cálida nuestra cama sin sábanas, nuestros cuerpos sin ropa reclaman más calor. -Calor,amor, calor, amor, calor, amor- En un breve intervalo se funden en uno solo, y nuestra habitación es una isla, un trozo del paraíso que nos separa del resto del mundo. Y entonces me despierto. Esto no debería sucederle a un sueño
La guarida de los náufragos ©