A pan y agua. sólo me queda seguir la dieta del preso. La marioneta resulté ser yo mismo, quizás debí quedarme en Praga escuchando el Ave María o al organillero. Quizás, confuso.
Y nos despertamos una mañana cubiertos por nuestra desnudez, vigilados solamente por la novia de Matisse. PD: A Ulises Adsuara, Martina, el atún, también le sigue Matisse, Julia, Michel Vedrano o Betina.