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Inventario

Una cabeza llena de recuerdos
domingos “melalcohólicos”,
resacas de otras playas
arena, naufragio, botellas, mensajes
hojas de árboles en otoño,
libros con hojas en cualquier estación
una ventana abierta
la memoria de tu sexo
desde arriba y desde abajo
la luz tenue de una habitación
las tardes en que se marcha un tren
tu sonrisa en el lago
mi cama y la música de Cinema Paradiso
el metro cuando te lleva a algún lugar
o a ninguna parte
las bicicletas, que no son solo para el verano
la soledad de un reloj sin pilas
lo inútil de las horas
tu vida
y la mía,
entre paréntesis.

Comentarios

ro ha dicho que…
ohh! me encanta el final! y ya sabes lo crítica que soy con tus finales. y por supuesto, ese melalcohólicos, que es fantástico.
por aquí, mañana de pijama, cerca de la estufa, preparando un desayuno tardío, y decidiendo qué libro empiezo mañana en el metro camino del trabajo.
Unknown ha dicho que…
Cuánto me alegro de que a una de mis lectoras preferidas le guste el final. Te recomiendo un libro que descubrí aquí en Vietnam: "El libro del amor esquivo", de Rubén Abella (muy bueno para los que hemos vivido por Madrid). A él también lo conocí personalmente aquí. Un tipo estupendo. Un beso grande.
QuietBrown ha dicho que…
Me sientan fatal los domingos, lo único bueno que tienen son poesías como ésta =D
Además, hoy me he 'encontrado' con Pedro Salinas, que hacía mucho que no releía, para oscilar entre vuestros versos.
Y qué puñeteros pueden llegar a ser los paréntesis...
Unknown ha dicho que…
Si sirve un poema para suavizar un domingo, más que bienvenido sea. Y que sea la voz a ti debida, QuietBrown. Un abrazo hanoiano.

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