"La exactitud de las palabras sencillas" (Emaús, Alessandro Baricco)
Después de la tempestad,
vino la cama
y la resaca ya solo brinda
en las orillas.
La ropa está arrugada,
otro otoño sin planchar.
Fuera es un día gris.
Al menos el cielo es gris.
¿Estarán los pintores en las plazas?
A veces colocamos demasiados signos de interrogación.
Aquí llamamos a eso "dudar".
¿Podría jurarlo? Lo dudo.
Los amaneceres son hermosos
incluso cuando hay sábanas desiertas.
Eso puedo afirmarlo.
Siempre aparece un libro,
una canción, un recuerdo,
el sabor de la memoria.
El placer aparece
en la exactitud de las palabras sencillas.
Sin fuegos artificiales. Así, Baricco, así.
Sencillo, bello.
La belleza, que puede estar en cualquier parte.
Se esconde. Se marcha. Regresa. Se vuelve a ir.
Una vez la vi reflejada en los espejos
de la lluvia.
Algunos tienen el valor de llamar a eso "charcos".
Comentarios
Sigue así, Alf.
Un abrazo
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A ti, Natalia, gracias también por guarecerte por aquí de vez en cuando. Abrazos alegres.
Leerte hablando de charcos cuando en Barcelona nos llueve sebre mojado, y todo se llena de esos espejos bautizados como charcos no tiene precio!!
abrazos!!