A ti, que empiezas por donde acabas
Propongo habitar tu cuerpo,
ser el inquilino que se pierda
en todas tus habitaciones.
Quiero tus lugares con más luz,
las mejores vistas exteriores,
pero también tus rincones
más oscuros,
esos en los que poder perderse
en las tardes de invierno
-cuando es necesario entrar en calor-.
Propongo pagarte el alquiler
con besos, caricias,
con sábanas revueltas
y camas movedizas.
La fianza será mi complicidad,
vayan mis versos
como primera mensualidad.
Devuélveme una sonrisa
como acuse de recibo
y mañana mismo estaré en ti.
Propongo habitar tu cuerpo,
ser el inquilino que se pierda
en todas tus habitaciones.
Quiero tus lugares con más luz,
las mejores vistas exteriores,
pero también tus rincones
más oscuros,
esos en los que poder perderse
en las tardes de invierno
-cuando es necesario entrar en calor-.
Propongo pagarte el alquiler
con besos, caricias,
con sábanas revueltas
y camas movedizas.
La fianza será mi complicidad,
vayan mis versos
como primera mensualidad.
Devuélveme una sonrisa
como acuse de recibo
y mañana mismo estaré en ti.
Comentarios
como también el anterior
-mi silencio, tu nostalgia-
es muy grande