Que derriben las estatuas
de dictadores ridículos,
que sus calles
se queden sin nombres
- o mejor aún-
que sus nombres
se queden sin calles
y sin memoria.
Que se queden sus banderas
sin escudos,
sin colores sus banderas.
Es tiempo de renombrar
la ciudad,
de enterrar la basura
y de liberar a las gaviotas
de la condena del vertedero.
No más escombros
en los parques.
Que una estatua
la levante un verso libre,
que la gaviota no huela mal
sino que huela a mar
y que las calles se llamen
azul, libélula,montaña
o tú.
Que seamos nosotros quienes
decidamos si el callejón tiene
o no salida
sin miedos,
sin vergüenzas,
sin sinvergüenzas
y con la imaginación
por bandera.
de dictadores ridículos,
que sus calles
se queden sin nombres
- o mejor aún-
que sus nombres
se queden sin calles
y sin memoria.
Que se queden sus banderas
sin escudos,
sin colores sus banderas.
Es tiempo de renombrar
la ciudad,
de enterrar la basura
y de liberar a las gaviotas
de la condena del vertedero.
No más escombros
en los parques.
Que una estatua
la levante un verso libre,
que la gaviota no huela mal
sino que huela a mar
y que las calles se llamen
azul, libélula,montaña
o tú.
Que seamos nosotros quienes
decidamos si el callejón tiene
o no salida
sin miedos,
sin vergüenzas,
sin sinvergüenzas
y con la imaginación
por bandera.
Comentarios
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones