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Vinilos, conductores y peatones

La realidad es que ya son más de las dos de la madrugada y estoy abusando de la melancolía y puteando a mi sueño, que me ruega que cierre de una vez los ojos. Mis ojos derrotados por el insomnio. Estoy escuchando una canción tras otra de este grupo de reyes noruegos que hablan de qué es conveniente y qué no. Últimamente, se han empeñado en secuestrar mis oídos (what we build is bigger than the sum of two). La realidad es que pienso en ti, en ti y en ti. Y me rallo, como los vinilos envueltos en polvo de aquella tienda de discos; la de la calle que desemboca en el Guadalquivir. Como conductor, estoy enganchado a las curvas, pero sigo con la "L" en el cristal trasero. ¿Cómo no estrellarse entonces? Como peatón, sé que fuera hay aceras, pasos de cebra y semáforos con pequeños hombres verdes, pero yo me empeño en cruzar por el medio.

Comentarios

Miguel Cobo ha dicho que…
En Oniria no hay señales de tráfico ni código de circulación: ¡Duerme y sueña! En cuanto a tu escrito, te conduces muy bien. Quítate ya esa L.
Sabela ha dicho que…
Vi a los Kings of Convenience en Vigo en concierto hace un par de semanas, no los conocía y me parecieron geniales... pero, ¿tanta melancolía no será mala para salud? (por buena que sea para la literatura)
:*
Unknown ha dicho que…
Yo también los descubrí hace poco Beluka. Se me escaparon en Madrid (los descubrí luego por casualidad y justo habían actuado). Qué suerte verlos por Vigo. Y sí,tengo una borrachera de melancolía que deja mucha resaca. A ver si dejo de bebérmela toda. Bicos
Ro ha dicho que…
se confirma entonces nuestra conversación, no? la felicidad da textos malísimos. yo tuve que putearme un poco para sacar texto nuevo
www.fotolog.com/sugus_azul

(el jueves beberemos lo que haga falta)

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