Ir al contenido principal

Los románticos

Malaventurados los románticos
porque están condenados
a escribir poemas nocturnos
a mujeres platónicas
que juegan al escóndite
y ganan.
Malaventurados los románticos
porque serán presos
de versos insomnes,
inservibles,
inútiles,
insípidos,
inhóspitos,
invisibles.

Inspirado por el poema de Óscar Hahn "En una estación de metro"

Comentarios

Carmen ha dicho que…
Moriré entonces siendo una insípida malaventurada...

Me gusta lo que escribres / sientes.

Besos
Carmen
Unknown ha dicho que…
Hola Carmen,

Me alegra leer tu comentario. Veo que estás hechizada por el romanticismo y sufres una dulce condena.

Te mando un beso y te agradezco de nuevo que hayas acabado en mi pequeña orilla.

Entradas populares de este blog

Muñoz Molina y mi colección de muñecos de goma

El otro día le dieron el Premio Príncipe de Asturias de las Letras a Antonio Muñoz Molina. Hoy descubierto su autorretrato , que es emocionante, sencillo y hermoso. Muñoz Molina es de Úbeda, un andaluz de Jaén. Al leerlo, me ha parecido escuchar de nuevo historias de mi padre, vivencias de mi abuelo Alfonso y de otros miembros de mi familia, que son de allí o de otros pueblos de Jaén. Vivencias que son mías también. Mi relación literaria con Muñoz Molina empieza un invierno en Lisboa. Me abrigué mucho con sus páginas. Luego me he puesto su ropa otras veces. Sea invierno o sea verano, en columnas o en novelas. Mi padre siempre me ha hablado de él con admiración y con cariño. Recuerdo una vez, cuando chico, que nos lo encontramos en Úbeda en los soportales donde vendían los muñecos de goma que tanto me gustaba coleccionar. Eso me ha traído otros recuerdos. En mi trastero de Córdoba, ciudad donde nací y me crié, viven ahora todos los muñecos de mi infancia: Astérix, Espinete, S...

Deseo...

que no desaparezcan las marcas de tus besos, que el viento no se canse de soplar, que tu ropa interior sea mi almohada, que las olas no se olviden del mar, que tu manual venga sin instrucciones, que naveguen mis versos sin timón, que la distancia sea tu ombligo. PD: En los tranvías... Todo esto deseo en los tranvías llamados deseo.

Receta para un poema

Un domingo nublado, que sea febrero y tú estés lejos. Tres canciones de Norah Jones, con el volumen no muy alto, para que sepa a complicidad. Una cucharada de invierno, pero pequeña. Tus dos fotos preferidas y una pizca de melancolía. Remover todo suavemente en una cama. Y calentar, calentar a fuego lento debajo de las sábanas. Puede que veinte minutos basten, eso ya depende del gusto de cada cual. Luego, si te apetece, añadir recuerdos con sal y pasear por el Retiro. Importante: no mezclar con alcohol ni humo.