Ir al contenido principal

Caprichoso

El lenguaje es caprichoso.
Solo un cambio
de vocal basta para
pasar de ser un tonto simple
a acariciarte la cara
o convertirme en una estatua humana
de un museo itinerante.
Puedo también ser la protagonista
de una novela de Michael Ende
o llorar para contradecir el refrán.
Mamo desde el principio.
Te lo dice un memo
con alma de mimo y
corazón de Momo
que vive atrapado en un Mumo.

El lenguaje es caprichoso. También el azar. Ambos me llevaron a "parir" este blog hace casi ya diez años, un 5 de febrero de 2005. Sirva este "juegopoema" como celebración de esta década llena de experiencias vitales transformadas en versos.

Comentarios

José Luis Martínez Clares ha dicho que…
No todos los días se cumplen diez años... quién los pillase. Felicidades.
Anónimo ha dicho que…
Qué bien juegas con el lenguaje, me saco el sombrero...
Yo voy a jugar solo con algunas de tus letras.
Alfon...
Cobo, Lobo, Robo, Sobo
Cabo, Cebo, Cubo,
Coco, Codo, Cojo, Colo,Como, Cono, Coño,Copo, Coro, Coso, Coto
Coba
Unknown ha dicho que…
José Luis, gracias por pasar por aquí y dejar tus amables palabras.

Anónimo. No sé quién eres, pero ponte el sombrero si donde habitas es invierno. Gracias por tus palabras.

Entradas populares de este blog

Trece febreros y dos días

Han pasado trece febreros. Trece febreros y dos días. El invierno era entonces distinto. Más largo, más frío. Yo era un joven de secano que buscaba mensajes en el mar. Hoy, trece febreros y dos días después sé que no hay guaridas para náufragos y que no hay náufrago que no busque, alguna vez, una guarida.

El poeta puede

El poeta puede ver el beso medio lleno o medio vacío El poeta lima El poeta lame El poeta no tiene lema El poeta le busca todas las vueltas a Roma rema que te rema rima que te rima de ramo en ramo El poeta puede volar por los aires y estrellarse en el cielo. Acaso entonces se da cuenta: su poema ha llegado a su ocaso.

Instantánea nocturno-sonora de verano en Katmandú

Los aviones vuelan por la noche en Katmandú como si volaran más cerca todavía de lo que vuelan. Los cláxones suenan por la noche en Katmandú Como si sonaran más cerca todavía de lo que suenan. Los perros ladran por la noche en Katmandú como si ladraran más cerca todavía de lo que ladran. Las ranas croan por la noche en Katmandú como si croaran más cerca todavía de lo que croan. Los grillos grillan por la noche en Katmandú como si grillaran más cerca todavía de lo que grillan. La lluvia cae por la noche en Katmandú como si cayera más cerca todavía de lo que cae.