Ir al contenido principal

Como loco

Nadie hablará de nosotros si no hallamos puerto,
hay congelados derretidos y gente que muere de frío,
hay abogados y aguacates
no son lo mismo en mi idioma
unos defenderán a un acusado,
otros intentarán salvar a una ensalada
qué aliño más raro
estos versos improvisados
repletos de incertidumbres y confusión
¿quién fue Confucio?
no me digas cuánto sabes,
háblame de tus carencias
porque juntos podemos hacer puzzles
y dibujar nuevas piezas
sin ser tu peón
sin saber yo jugar al ajedrez
está claro que quieren hundir la flota
D2 tocado, 4C hundido
juegos de tablero
¿quién es quién?
¿tengo edad para jugar?
¿tengo edad para aprender a perder,
para saber cómo ganar incluso perdiendo?
Madurez,hay en las manzanas
y manzanas en los bailes
de los huertos con viento
¿existe un límite de tiempo para el tiempo?
¿puedo ser yo mismo sin ser yo mismo?
dicen que tus labios son veneno
y si los toco, no quiero antídotos
quiero riesgo
y a la vez peco de cobarde
para quién escribo
¿es mi ego lo que muevo?
podría hablarte del otoño y del invierno
hablar de lo moral y lo divino
y entonces emborracharme de palabras
resaca de letras,
cocido a fuego lento
sueño despierto,despierto duermo.
Como loco
es el título de una canción
y de esta sinrazón
pues no hay razones para escribir
esto que escribo en los días nublados
de octubre de Hanoi.
Pronto cambiará la hora.
Aquí no.

Comentarios

Miguel Cobo ha dicho que…
¡Buen cóctel, Alfonso!: Cazador solitario, aceite de sensibilidad, palabras efervescentes, GPS del corazón, brújula sin norte, caligrafía del tiempo...Agítese suavemente y léase del tirón.

Y un abrazo
Sol en las alturas ha dicho que…
"en los bailes
de los huertos con viento"

Abrazos.
Marinus. ha dicho que…
como loco baile mucho que las cosas duran poco...

Entradas populares de este blog

El poeta puede

El poeta puede ver el beso medio lleno o medio vacío El poeta lima El poeta lame El poeta no tiene lema El poeta le busca todas las vueltas a Roma rema que te rema rima que te rima de ramo en ramo El poeta puede volar por los aires y estrellarse en el cielo. Acaso entonces se da cuenta: su poema ha llegado a su ocaso.

Facebook

Veo en un pequeño recuadro que ahora eres amiga de Brian y Marcella y que a las nueve de este otoño irás a beber melancolía de once grados con Luis. Descubro que te gusta pisar los charcos cuando llueve y que detestas los inviernos en abril. Aunque ya no hablo contigo, conozco tu ciudad actual y recuerdo cuál fue tu origen, que cumples años en diciembre y te gusta prender fuego al calendario si te arrastra la nostalgia en primavera. Últimamente has viajado a Lisboa, intuyo que te mecen los tranvías y te seducen los viejos cafés color sepia. Lo sé por tu fotografía en aquella calle de Bruselas, donde Magritte fumaba en pipa dorada. Sueles cambiar de cara a menudo, me divierten tus gafas de sol en noviembre y disfruto con tu colección de sonrisas o el último vestido azul que guardas en tu perfil. Vuelves a estar soltera, aunque te acompañan ciento veinte comentarios por debajo dándote ánimos y diciendo que él era un idiota. Aún tiritas cuando alguien te habla del pasado. Por eso has borr...

Una historia-estufa (invierno en Madrid)

Me apetece contarte una historia que te abrigue este invierno. Una historia-estufa que te arrope en una oscura tarde de diciembre en Tribunal o en un frío amanecer de enero en Noviciado. Quiero escribirte una historia con mis guantes y bufandas cobijándote del frío mientras esperas el autobús de vuelta a casa en Atocha. Podría quizás susurrarte una historia de osos, que hibernan en cuevas secretas, ajenas a los túneles del metro de Bambú. Me apetece soplarte (vapor, vapor) si tus dedos se congelan esperando al semáforo en verde en Gran Vía. Me apetece contártelas, pero no sé por dónde empezar. Mientras lo pienso, escucho al termómetro estornudar por la llegada de los números pequeños en la próxima estación.