
"Por fin suena el silencio, tantas veces callado. Por fin, sueña el silencio, tantas veces dormido" (Ulises Adsuara)
Con el permiso de Enric González, Georgina Higueras y Nuria Tesón, que han elaborado este excelente reportaje sobre la libertad y la esperanza de un pueblo, me permito realizar este juego periodístico-poético.
La libertad se ha abierto ante ellos
dulce,
enorme,
casi inabarcable.
Fueron pacientes,
constantes
y pacíficos
ante los últimos
zarpazos de la tiranía,
y han triunfado.
A su alrededor
todo es rojo, blanco y negro.
Los colores de la bandera
ondean por cualquier rincón,
asoman
por las ventanillas de los coches
o decoran los rostros.
Desvanecimientos,
ataques de nervios
y torceduras
han tomado el relevo
a las heridas de bala
y las pedradas.
Egipto entero canta y baila.
"Nuestra canción habla del pueblo,
de los pobres que no tienen nada
pero lo pueden todo
y luchan por su libertad,
porque son fuertes
y tienen convicciones
y dignidad"
Pueden elegir
su propio destino.
Se abren enormes esperanzas.
También grandes incógnitas.
*La fotografía ha sido extraída de El País y es obra de Claudio Álvarez.
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