Despedida I
El cansancio ha vencido
a la desnudez
de tus labios.
Y tu cuerpo es un eco frustrado
que ya no retumba
en mi cabeza.
Apagado o fuera de servicio
Detesto tu contestador
y esa voz congelada y robótica
que me dice que tu número
(pero eres más bien tú)
está apagado
o fuera de servicio.
Al día siguiente
No me desperdicies,
no me lances la ropa por la ventana
ni me cierres la puerta
en las narices
-de sobra sabes que la tengo grande
y duelen los portazos-.
El cansancio ha vencido
a la desnudez
de tus labios.
Y tu cuerpo es un eco frustrado
que ya no retumba
en mi cabeza.
Apagado o fuera de servicio
Detesto tu contestador
y esa voz congelada y robótica
que me dice que tu número
(pero eres más bien tú)
está apagado
o fuera de servicio.
Al día siguiente
No me desperdicies,
no me lances la ropa por la ventana
ni me cierres la puerta
en las narices
-de sobra sabes que la tengo grande
y duelen los portazos-.
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