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Sal de Madrid

Las calles de la capital
están saladas.
El asfalto, las aceras,
se cubren de pequeños granos blancos
para combatir copos blancos
anunciados en los mapas
por los hombres del tiempo.
Sal de Madrid,
¿serás una invitación discreta
para que me marche de aquí?

Comentarios

Sabela ha dicho que…
o un aderezo para que san valentín no se haga demasiado dulzón...
me gusta la ambivalencia. valencia... quizá me guste, pero no la conozco.
Unknown ha dicho que…
Tampoco yo conozco Valencia ni me gustan las cosas demasiado dulces si el momento está forzado y no es natural. Bicos

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