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Emmanuel



Cuando voy a comprar a uno de los supermercados que están cerca de casa, me encuentro con los buenos días y la sonrisa de Emmanuel. Yo no voy todos los días, pero sé que él siempre está allí. "Hace frío", me ha dicho hoy antes de entrar a comprar. "Sí, hace frío", le he respondido yo sin saber aún su nombre. Luego he entrado en el supermercado. La compra me ha costado poco más de 23 euros y he pagado con dos billetes. Uno de veinte y otro de cinco. Al salir, le he dado la vuelta. No era mucho, no es el modo, probablemente no sirve de nada. Pero se la he dado. Eso es lo que he hecho. Eso y preguntarle: -¿de dónde eres?. -"Soy de Ghana, allí hace mucho calor", me ha respondido. -¿Cómo te llamas? Yo soy Alfonso. - "Me llamo Emmanuel". - "Encantado, Emmanuel. ¿Cuánto tiempo llevas en España?. He creído entender que lleva dos años. Siempre en Madrid. Hemos hablado un poco más y me he marchado después. Yo no voy todos los días, pero sé que Emmanuel siempre está allí y me imagino que, no solo los días de frío, hace frío.


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