Ir al contenido principal

L



Pienso en el cielo que habita
nuestra habitación,
en las sábanas revueltas
como nubes desertoras de tormentas.

Paredes ajenas al invierno,
donde abrigan las palabras sencillas,
las caricias sinceras,
abrazo del sueño y de los cuerpos desnudos.

Me cuesta creer que ahí afuera
está el tráfico y el ruido,
que hay alguien que protesta
o alguna canción que llora.

Esta habitación es un refugio,
una cueva de susurros.
¿Puedes oír el eco de mis manos?
Estoy volando sobre ti
como los cisnes que buscan primavera.

Pero también salimos fuera
y nos ve la calle:
ruido convertido en melodía.
La lluvia observa perpleja
nuestras risas en los charcos.

Te queda muy bien ese vestido.
Es naranja, como un zumo de mango.
Sí, ya es de noche, pero lo veo.
Veo tu vestido y el zumo de mango.








Comentarios

Entradas populares de este blog

El Capitán Nemo

En la casa de mis abuelos se escondía el Nautilus. Recuerdo ahora, muchos años después, aquellas cintas Betamax y el viejo vídeo gracias al cual Omar Sharif aparecía en la pantalla del televisor convertido en el Capitán Nemo. Yo entonces no sabía quién era Omar Sharif, pero sí que alucinaba con las aventuras del Capitán Nemo sumergido en las profundidades del mar, al mando de aquel fantástico submarino. Sentía una mezcla de admiración, miedo y curiosidad hacia el personaje, hacia sus aventuras. Mejor dicho, eso es lo que creo hoy que sentía en aquel momento. La música inicial era hipnotizadora y ha llegado hoy con un billete de regreso a mi infancia. ¿Estaba ahí el espíritu de mi germen viajero? ¿En esa mezcla de curiosidad y cobardía? ¿En querer mirar y esconderse al mismo tiempo? La respuesta es, como la isla de Verne, misteriosa. Y me gustaría mucho conocerla, pero no me atrevo a responderla. https://www.youtube.com/watch?v=6jVEOlPVRWM

El poeta puede

El poeta puede ver el beso medio lleno o medio vacío El poeta lima El poeta lame El poeta no tiene lema El poeta le busca todas las vueltas a Roma rema que te rema rima que te rima de ramo en ramo El poeta puede volar por los aires y estrellarse en el cielo. Acaso entonces se da cuenta: su poema ha llegado a su ocaso.

Constelación KTM

Por las noches hay perros con la mirada azul solo la luz de sus ojos desafía a la oscuridad de las calles de este valle, -ciudad de ciudades- que duerme, sueña y despierta rodeado de montañas fugaces que, como estrellas, aparecen y desaparecen según los deseos de las nubes.