Era una tarde como esta. Por lo tanto, puedo decir que era invierno. Supongo que fuera hacía frío. Quizás dentro también. Y me inventé este abrigo. Un abrigo que sirve, curiosamente, para desnudarme. Empecé a ponerte palabras por encima mientras te quitaba la ropa con esas mismas letras cambiadas de orden y lugar. Sí, era una tarde como esta. Estoy seguro. Era también febrero y, aunque era Sevilla, puedo jurarte que hacía frío. Recuerdo que una naranja y el teatro me ayudaron a romper el hielo. Eso y los primeros versos completamente viernes y de habitaciones separadas. Las columnas en domingo, el Son de Mar. "Martina, Martina, he cruzado todos los océanos de este mundo para saber que no puedo vivir sin ti" (Fragmento de "Son de Mar", Manuel Vicent) Y entonces escribí (un 15 de febrero de 2005) que daría la vuelta al mundo para buscar, como Ulises Adsuara, el mejor atún para Martina. No era todavía periodista. ¿Lo soy hoy? ¿Quién soy hoy? Dame una respuesta, le di...