Ir al contenido principal

"El tren", "Paradoja del adiós" y "Le ciel dans une chambre" (tres micropoemas sobre raíles en enero)



El tren

El sol es un intruso
que invade ventanillas
y desafía inviernos.

Suena Sabina
por un bulevar de sueños intactos.

Paradoja del adiós

Al final de la despedida
se esconde el principio
de un nuevo regreso.

Le ciel dans une chambre

Brillaba el cielo de la habitación,
Carla Bruni lo susurraba todo.
No tocarte habría sido un delito,
la violación de una sonrisa,
un atraco a mano amada.

Comentarios

JOAN ha dicho que…
Se te echaba de menos, y cuando has vuelto lo has hecho con todo tu talento en forma!

Magnífica la paradoja del adiós, el cameo de Sabina, i esa habitación tan llena de placer...

Un abrazo desde Barcelona!
Rodolfo Serrano ha dicho que…
Magnífico ese no tocarte habría sido un delito.
Marinus. ha dicho que…
Bestia!!
Buen retorno
Unknown ha dicho que…
No sé si llegan mis comentarios porque ciertos aspectos de blogger están censurados por aquí.

Si llegan estas letras, que sean un baile de máscaras multitudinario para deciros "gracias"
Dcamps ha dicho que…
Hermoso. Coincido con Rodolfo, y añado "un atracao a mano amada".
Saludos.
Unknown ha dicho que…
Hermoso, Dcamps, es que hayas llegado a mi orilla y te gusten mis "atracos". un abrazo y bienvenido. espero, te pases por aquí de vez en cuando. un abrazo

Entradas populares de este blog

Muñoz Molina y mi colección de muñecos de goma

El otro día le dieron el Premio Príncipe de Asturias de las Letras a Antonio Muñoz Molina. Hoy descubierto su autorretrato , que es emocionante, sencillo y hermoso. Muñoz Molina es de Úbeda, un andaluz de Jaén. Al leerlo, me ha parecido escuchar de nuevo historias de mi padre, vivencias de mi abuelo Alfonso y de otros miembros de mi familia, que son de allí o de otros pueblos de Jaén. Vivencias que son mías también. Mi relación literaria con Muñoz Molina empieza un invierno en Lisboa. Me abrigué mucho con sus páginas. Luego me he puesto su ropa otras veces. Sea invierno o sea verano, en columnas o en novelas. Mi padre siempre me ha hablado de él con admiración y con cariño. Recuerdo una vez, cuando chico, que nos lo encontramos en Úbeda en los soportales donde vendían los muñecos de goma que tanto me gustaba coleccionar. Eso me ha traído otros recuerdos. En mi trastero de Córdoba, ciudad donde nací y me crié, viven ahora todos los muñecos de mi infancia: Astérix, Espinete, S...

El poeta puede

El poeta puede ver el beso medio lleno o medio vacío El poeta lima El poeta lame El poeta no tiene lema El poeta le busca todas las vueltas a Roma rema que te rema rima que te rima de ramo en ramo El poeta puede volar por los aires y estrellarse en el cielo. Acaso entonces se da cuenta: su poema ha llegado a su ocaso.

Una historia-estufa (invierno en Madrid)

Me apetece contarte una historia que te abrigue este invierno. Una historia-estufa que te arrope en una oscura tarde de diciembre en Tribunal o en un frío amanecer de enero en Noviciado. Quiero escribirte una historia con mis guantes y bufandas cobijándote del frío mientras esperas el autobús de vuelta a casa en Atocha. Podría quizás susurrarte una historia de osos, que hibernan en cuevas secretas, ajenas a los túneles del metro de Bambú. Me apetece soplarte (vapor, vapor) si tus dedos se congelan esperando al semáforo en verde en Gran Vía. Me apetece contártelas, pero no sé por dónde empezar. Mientras lo pienso, escucho al termómetro estornudar por la llegada de los números pequeños en la próxima estación.