A mi familia
I
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era andar a gatas
persiguiendo a un perro de juguete
y los misterios se escondían
debajo de los ríos de agua helada
de aquel charco perdido en la sierra.
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era un puñado de arena,
un cubo y una pala
y los misterios se escondían
en las olas,
en los barcos
que señalaba mi padre a lo lejos
de mi primera playa.
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era un flotador y una piscina
y los misterios se escondían
en una fuente repleta de caracoles,
en un estanque
lleno de peces de colores.
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era bailar con mi hermana
en el salón de casa
y los misterios se escondían
en el vuelo de un columpio,
en la ventana de la fábrica
(allí vivía una bruja,
¿verdad, abuela?).
Qué sencillo era todo
cuando el miedo era un desconocido
y siempre encontraba cobijo
en vuestros brazos.
II
A mis abuelos Paco y María
Ahora me gustaría hablar con vosotros,
que os fuistéis antes de tiempo:
La vida se complica,
pero la felicidad sobrevive.
Os cuento que todos hemos crecido:
la hermana se ha casado
con un hombre estupendo
y enseña inglés en el colegio
de un pequeño pueblo murciano.
Papá y mamá siguen en Córdoba
y en sus ojos sigue brillando
la luz que les enamoró
en el trayecto Torreperogil-Villacarrillo.
Yo me he dejado barba
y estoy a punto de cumplir 27.
He viajado mucho,
he descubierto ciudades,
conocido gentes y
vivido experiencias
que me hubiera encantado compartir con vosotros,
pero os fuistéis antes de tiempo.
I
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era andar a gatas
persiguiendo a un perro de juguete
y los misterios se escondían
debajo de los ríos de agua helada
de aquel charco perdido en la sierra.
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era un puñado de arena,
un cubo y una pala
y los misterios se escondían
en las olas,
en los barcos
que señalaba mi padre a lo lejos
de mi primera playa.
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era un flotador y una piscina
y los misterios se escondían
en una fuente repleta de caracoles,
en un estanque
lleno de peces de colores.
Qué sencillo era todo
cuando la felicidad
era bailar con mi hermana
en el salón de casa
y los misterios se escondían
en el vuelo de un columpio,
en la ventana de la fábrica
(allí vivía una bruja,
¿verdad, abuela?).
Qué sencillo era todo
cuando el miedo era un desconocido
y siempre encontraba cobijo
en vuestros brazos.
II
A mis abuelos Paco y María
Ahora me gustaría hablar con vosotros,
que os fuistéis antes de tiempo:
La vida se complica,
pero la felicidad sobrevive.
Os cuento que todos hemos crecido:
la hermana se ha casado
con un hombre estupendo
y enseña inglés en el colegio
de un pequeño pueblo murciano.
Papá y mamá siguen en Córdoba
y en sus ojos sigue brillando
la luz que les enamoró
en el trayecto Torreperogil-Villacarrillo.
Yo me he dejado barba
y estoy a punto de cumplir 27.
He viajado mucho,
he descubierto ciudades,
conocido gentes y
vivido experiencias
que me hubiera encantado compartir con vosotros,
pero os fuistéis antes de tiempo.
Comentarios
te quiero!
phj
pero la felicidad sobrevive".
Pedazo de dos versos...