Ir al contenido principal

Verano de asfalto

Bienvenido al verano de asfalto:
Julio y agosto
traducidos a travesías bajo tierra,
a trajes y corbatas.
Julio y agosto
tumbados en primera línea de metro
con vistas a quemar
con vistas a ¿qué mar?
Julio y agosto
disfrazados de desierto
ansiosos por encontrar un oasis
detrás del cristal.

Comentarios

Miguel Cobo ha dicho que…
Esto dice Rafael Argullol:
"La travesía del desierto está llena de trampas, de dolorosas imágenes que conducen a los oasis perdidos, de espejismos burlones. Pero estos acompañantes, siendo tenaces, apenas tienen importancia si los comparamos con la abrumadora compañía de las preguntas. Estas son las que provocan la abismal soledad, la sed inagotable que quema la garganta: ¿cuándo empezó realmente la travesía?, ¿por qué?, ¿cuándo acabará, si es que acaba? Las trampas, las imágenes perdidas, los espejismos son accidentes en los márgenes del camino. La auténtica travesía del desierto son las preguntas."

¿Qué te parece?

Entradas populares de este blog

El poeta puede

El poeta puede ver el beso medio lleno o medio vacío El poeta lima El poeta lame El poeta no tiene lema El poeta le busca todas las vueltas a Roma rema que te rema rima que te rima de ramo en ramo El poeta puede volar por los aires y estrellarse en el cielo. Acaso entonces se da cuenta: su poema ha llegado a su ocaso.

Trece febreros y dos días

Han pasado trece febreros. Trece febreros y dos días. El invierno era entonces distinto. Más largo, más frío. Yo era un joven de secano que buscaba mensajes en el mar. Hoy, trece febreros y dos días después sé que no hay guaridas para náufragos y que no hay náufrago que no busque, alguna vez, una guarida.

Facebook

Veo en un pequeño recuadro que ahora eres amiga de Brian y Marcella y que a las nueve de este otoño irás a beber melancolía de once grados con Luis. Descubro que te gusta pisar los charcos cuando llueve y que detestas los inviernos en abril. Aunque ya no hablo contigo, conozco tu ciudad actual y recuerdo cuál fue tu origen, que cumples años en diciembre y te gusta prender fuego al calendario si te arrastra la nostalgia en primavera. Últimamente has viajado a Lisboa, intuyo que te mecen los tranvías y te seducen los viejos cafés color sepia. Lo sé por tu fotografía en aquella calle de Bruselas, donde Magritte fumaba en pipa dorada. Sueles cambiar de cara a menudo, me divierten tus gafas de sol en noviembre y disfruto con tu colección de sonrisas o el último vestido azul que guardas en tu perfil. Vuelves a estar soltera, aunque te acompañan ciento veinte comentarios por debajo dándote ánimos y diciendo que él era un idiota. Aún tiritas cuando alguien te habla del pasado. Por eso has borr...