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Refugios estivales

Me refugio en melodías,
en canciones suaves.
Así disimulo
las tardes sin cine,
las calles sin sombra
y las camas sin aliñar.
Me refugio en palabras,
en sopas de letras y crucigramas.
Así disimulo
los desayunos sin mermelada,
las playas sin sal
y las cartas sin destino.
Me refugio en silencios,
en ruidos callados.
Así disimulo
los ecos sin tu voz,
las fotografías sin tu rostro
y el tren, que vuelve a pasar sin ti.

Comentarios

Miguel Cobo ha dicho que…
Puede que el tren pase con ella y tú no la veas. O bien, puede que el tren pase con otra y tú no sepas aún que es ella.

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