Ir al contenido principal

Jeudi et grève en novembre


Hoy el día comenzó temprano, frío y sin trenes en los que escapar. Luego salió el sol, pero el frío no se fue y los andenes siguen vacíos.

Comentarios

Beluka ha dicho que…
le vide et la grève... le monde paraît si mort mais prêt pour la conquête!
besiños!
Alberto Chapinal ha dicho que…
Hay fríos hondos que penetran hasta los huesos (como si te metieran hielo en las venas). El tránsito diario de los trenes se interrumpe, en los andenes no hay ni un alma vagando por ahí y el sol, aunque salga, es ya demasiado tarde.

¿En qué mañana, os acordáis, quisimos
asomarnos al pozo peligroso
en el extremo del jardín? Duraba
el agua quieta, igual que una mirada
en cuyo fondo vimos nuestra imagen.

Y un súbito silencio recayó
sobre el mundo, azorándonos.

(Fragmento del poema IV de "Las afueras". Las personas del verbo/Jaime Gil de Biedma)

Sabela, qué bien escribes en francés.

Entradas populares de este blog

El poeta puede

El poeta puede ver el beso medio lleno o medio vacío El poeta lima El poeta lame El poeta no tiene lema El poeta le busca todas las vueltas a Roma rema que te rema rima que te rima de ramo en ramo El poeta puede volar por los aires y estrellarse en el cielo. Acaso entonces se da cuenta: su poema ha llegado a su ocaso.

Trece febreros y dos días

Han pasado trece febreros. Trece febreros y dos días. El invierno era entonces distinto. Más largo, más frío. Yo era un joven de secano que buscaba mensajes en el mar. Hoy, trece febreros y dos días después sé que no hay guaridas para náufragos y que no hay náufrago que no busque, alguna vez, una guarida.

Facebook

Veo en un pequeño recuadro que ahora eres amiga de Brian y Marcella y que a las nueve de este otoño irás a beber melancolía de once grados con Luis. Descubro que te gusta pisar los charcos cuando llueve y que detestas los inviernos en abril. Aunque ya no hablo contigo, conozco tu ciudad actual y recuerdo cuál fue tu origen, que cumples años en diciembre y te gusta prender fuego al calendario si te arrastra la nostalgia en primavera. Últimamente has viajado a Lisboa, intuyo que te mecen los tranvías y te seducen los viejos cafés color sepia. Lo sé por tu fotografía en aquella calle de Bruselas, donde Magritte fumaba en pipa dorada. Sueles cambiar de cara a menudo, me divierten tus gafas de sol en noviembre y disfruto con tu colección de sonrisas o el último vestido azul que guardas en tu perfil. Vuelves a estar soltera, aunque te acompañan ciento veinte comentarios por debajo dándote ánimos y diciendo que él era un idiota. Aún tiritas cuando alguien te habla del pasado. Por eso has borr...