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Mostrando entradas de abril, 2006

Huir del tiempo

Y apareció Aute con esta bella canción y me hizo pensar en lo rápido que pasa el tiempo. Quisiera hacer como los relojes de esta canción y huir, escaparme del paso del tiempo. Y congelar el momento actual, y que la vida fuese eterna en cinco minutos... Era la noche como un suave infierno de diablos borrachos cantando a la luna de Tepoztlán. Bajo el sombrero de un árbol de estrellas brotaban corridos de amores quemados bajo el volcán. Cuando llegaste, de pronto una luzde luna escarlata cayó en cataratadesde una pirámide. Sobre tu pecho colgaba una cruz y como un consuelo arropaba tu duelo el calor de una clámide. Y nos dijiste: "permítanme,voy a quedarme cinco minutos, cinco minutos, los que me quedan, y olvido el luto,cinco minutos, cinco y no más". Y esos minutos tomaron tequila, cantando, riendo, llorandoa la luna de Tepoztlan. Y los relojes huyeron del tiempo cuando alguien te dijo: "Señora,las diosas nunca se van". Y despertaron al amanecer perdidos arrojos en t

El crucero

Escultora de luz y sombra en el laberinto tricolor del mundo Un amor recuperado, el crítico literario, asesinado La belleza tiene mil caras para huir de la suburbia y poblar campos de ceniza. Será el principio de un nuevo crucero donde habrá nuevos viejos pecados

Fuimos lo que fuimos

A veces, las letras las pone otro. Jorge Drexler llegó a una de las playas donde el mar acuesta su son. Esta canción dice tantas cosas... Porque entre el lunes y el martes, me sobra tiempo para necesitarte Porque me miento si digo, que tu mirada no fue mi mejor testigo Porque aunque ya no me duelas, a veces busco tu nombre en mi chistera Porque aún no vino el olvido, para llevarse el último de tus abrigos Por los besos que aún nos quedan en la boca por los miles de homenajes que nos dimos por nadar y no guardar nunca la ropa por los dedos juguetones del destino porque fuimos lo que fuimos, porque fuimos lo que fuimos... Porque puesto a confesarte, aún le tengo miedo a tenerte delante Porque en cuanto me descuido, me atropella algún recuerdo en el pasillo Porque no puedo negarte, que te quise sin querer y más que a nadie Porque mi doctor previno, que para este corazón estás prohibido