Escuela en ruinas de la aldea de Canana, municipio de Camacupa. Angola, Octubre 2015.
Foto: Alfon Cobo
Una mañana de lluvia intermitente
de octubre. Los estudiantes no están.
No hay mesas. No hay sillas.
Es la escuela. Vacía y triste.
En la pizarra resiste todavía
la última lección de Matemáticas.
No se escucha a la maestra hablar
entre las cuatro paredes de adobe.
Tampoco el coro de voces infantiles.
Solo a veces las gotas de lluvia
sobre el techo de uralita
rompen el silencio inmenso.
PD: Visité la aldea de Canana el pasado mes de Octubre. La Administradora de Camacupa, municipio al que pertenece esta aldea, inauguraba allí una cantina que tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, agricultores en su gran mayoría. Durante el acto de inauguración, un joven soba (autoridad tradicional angoleña) pidió la palabra. Le contó a la Administradora que la pequeña escuela de su aldea está a punto de caerse y que los niños no pueden ir a clase. El soba invitó a la Administradora a que viera las pésimas condiciones en que está la escuela y solicitó su ayuda para solucionar este grave problema. La Administradora se comprometió a ello. Yo ya estoy en Europa, inmerso en la vorágine consumista y electoral de estas fechas. Es difícil que regrese a Canana en el futuro, pero espero que la Administradora cumpla pronto su compromiso y la escuela no acabe cayéndose.
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Un abrazo,
AG