Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2010

Universo

Mis planetas y tus cúmulos de galaxias en una sola línea

Nueve meses (o autobiografía incompleta de 27 otoños)

Supongo que sería septiembre cuando entré a vivir allí. Era una habitación cálida y acogedora. Aunque silenciosa, a veces tenía la sensación de que se movía y, aunque esto no lo recuerdo bien, creo que fue el primer lugar donde sentí una caricia. No tenía ventanas, y había poca luz. Esta primera oscuridad se vio compensada con una alimentación rica y abundante que llegaba puntualmente en diferentes momentos del día o de la noche cuando yo aún no sabía qué era el día ni qué era la noche. No había facturas ni contratos, no había preocupaciones. ¿Qué más podía pedir? me preguntaba ahí dentro cuando desconocía aún el poder de las palabras, el significado de una letra sumada a otra, cuando aún no intuía todo lo que fuera había: lo bueno y lo malo, lo ingenuo, lo perverso, lo bello, mi verdad, tu mentira, tus sonrisas, los colores, el sol, tu lluvia, nuestros besos, mis trenes, los aviones, mi amor, tu desamor, las canciones, las páginas de un libro, nuestras promesas, mi nostalgia y tu mel

Lo efímero

Lo efímero suele ser bello porque no cansa: palabras de amor escritas con ceras en la mesa de un restaurante el momento en que dispara la cámara fotográfica un beso a escondidas contra la pared, en un portal de madrugada tu falda invadida por mis manos cuando duermen ya los parques la primera vez que una ola te moja los pies en la orilla de tu playa o un poema. (Esto, entre otras muchas cosas)